Deseos recurrentes cuando el camino está difícil y el esfuerzo que realizo para seguir avanzando es más mental que físico.
En ruta de montaña
Alcanzar el punto de equilibrio estable más próximo. Convertirme allí en parte del paisaje, esperando a que la bajada se convierta en subida, y la subida, en bajada.
En camino de ripio
Alcanzar esos espejismos de asfalto que veo a lo lejos.
Que cada pozo sea el último.
Que la bici soporte un poco más.
Con viento en contra
Ir hacia el lado que me lleve, así sea fuera del camino. Ser como el polvo que vuela en el aire. Estos días me suelo preguntar mucho si no estaré yendo en la dirección equivocada.
Al mediodía
Una tormenta que oculte el sol, que largue agua para refrescarme, para tomar.
Un viento helado desde la cima de la montaña.
Un árbol generoso que me convide de su sombra.
Siempre que esté cansado
Un vehículo que pase, frene, y me invite a subir. Aunque luego lo rechace.
Que se queden y me conviden un poco de agua fresca, o tan solo me dejen estar un rato tirado a la sombra que proyectan.
Que salga por la ventanilla una mano sosteniendo un mate.
Alguien que baje con una bici para hacer juntos un trecho, así pasa más rápido.
Una excusa para frenar, aún sabiendo que el calor luego estará peor.
A la vuelta de cada curva
Mi próxima parada.