Mientras viajo, además de conocer paisajes y gente, me intereso por las costumbres de cada lugar que visito. Principalmente en lo que se refiere a la alimentación tradicional y, más que nada, cuando puedo aprovechar sus ventajas.
Porque, claro está, la alimentación más típica de cada lugar trata de aprovechar los recursos que la región brinda. Los que son más abundantes, baratos y fáciles de conseguir allí.
Además, las comidas regionales, suelen brindar nutrientes suficientes. Puede que no todos los que hacen falta para un desarrollo pleno de nuestro organismo, pero sí para alimentar a un adulto para una dura jornada, como puede ser ir a recorrer cerros para encargarse del ganado, ir a trabajar a las minas, trabajar la tierra…
Así como en Mendoza conocí las propiedades de la jarilla o qué aguas pueden o no tomarse, en Neuquén descubrí un alimento que puede servirme como fuente de energías para el pedaleo: el ñaco.
Googleando un poco, encontré una relación con el “gofio”, un típico alimento español (proveniente de las islas Canarias). En el caso patagónico, la variante es de origen Mapuche.
Tan completo es que, en el siglo XIX, muchos mineros comían exclusivamente ñaco y agua. También fue considerado “pan de los pobres”, ¡hasta llegó a ser parte principal de la ración durante el cruce de los Andes!
Soldados, mineros, agricultores y pobres pudieron sobrevivir a base de ñaco. Indudablemente provee energías y, combinado con frutas y otros alimentos de mi dieta, podría ser un alimento funcional a mis necesidades.
Así que basta de cháchara. Antes de olvidarme la receta, dada por el principal vendedor de ñaco casero de Chos Malal (Mauricio, frente al camping municipal), aprendida, a su vez, de una mujer de 94 años, garantía de “genuinidad”, procederé a plasmarla en palabras, tal y como la recuerdo.
Ingredientes
- Trigo candeal (NO el que se usa para la harina)
- Agua
Preparación
- Sumergir el trigo en agua para lavarlo
- Asegurarse de que los palitos, basura, cosas que no sean trigo, sean eliminadas
- Dejarlo un rato en remojo (opcional, debo averiguar más detalles, pero creo que el vendedor lo enjuagaba en agua tibia nomás. De todos modos comentó que algunos lo hierven un rato para ablandarlo antes del paso 4. También leí que conviene dejarlo a la sombra de un día para el otro luego de colarlo, para que se hinche.)
- Tostarlo
- Molerlo
Consumo
- Chapilca: consiste en una mezcla de vino o cerveza con ñaco y azúcar. Básicamente esto permitiría beber más sin quedar ebrio, además de darle un gusto diferente a ambas bebidas. Para preparar, agregar 2 cucharadas soperas de ñaco y 1 de azúcar a 1 litro de bebida. Probé con una cerveza de 1/2l y quedó bastante bueno.
- Desayuno: mezclar con agua o leche de la misma manera que en la chapilca. A los niños les dan todas las mañanas con leche por dar muchas energías.
- Ñaco de pavo: calentar chicharrones y echarle cebolla de verdeo, ají, sal,… Cuando la grasa esté derretida, que sólo queden los pedacitos de grasa dura, espolvorearle ñaco e ir revolviendo hasta que quede como un puré. Si está muy seco, agregarle algo de agua y seguir revolviendo.
- Pueden encontrarse varias recetas para su consumo en postres, bebidas, tortas,…