Día 20, Desierto

Inicio Chos Malal, 6:45hs
Fin ¿?, 20:30hs
Distancia 128Km
Alojamiento Terraza en ladera de la montaña. Mucho viento, pero tranquilo.

Mediodía

Esta sección fue escrita al mediodía, a 4Km de Chorriaca, en “Casa Nuestra”, donde paré a descansar desde las 11:45hs hasta las 15:45hs.

La primer parte de la jornada fue más difícil de lo que esperaba. Ayer había visto en internet un perfil de alturas entre Chos Malal y Las Lajas, y sólo tenía subidas en la primer parte. Además, el viento para hoy se esperaba en dirección “NO”.

Resulta ser que “NO” no es el punto “DESDE” el que el viento viene, sino el punto “HACIA” el que se dirige. El esperado viento a favor, entonces, resultó ser un fuerte viento en contra, persistente durante toda la mañana, al punto que ni siquiera pude aprovechar las bajadas.

Los primeros 71Km, de todos modos, los completé sin mucho esfuerzo. Sólo paré aquí porque el sol ya estaba quemando, y aprendí que no vale la pena pedalear con tanto calor.

Ya decidí hacer el recorrido que pasa por Villa Pehuenia, desviándome en Las Lajas. Como se hace más largo y difícil que el original (por RN40), quisiera ganar un día en el trayecto hasta Pino Hachado, al que dividí en tres etapas:

  • Chos Malal - Chorriaca: 75Km
  • Chorriaca - Las Lajas: 88Km
  • Las Lajas - Pino Hachado: 60Km
  • Total: 223Km

No parece imposible, al menos en papel, lograr completarlos en dos días. Si logro hacer otros 40 o 50Km durante el día de hoy, quedarán 100Km para mañana, pasando por Las Lajas.

Tranquilo y dispuesto a parar donde me agarre la noche, no creo tener inconvenientes. Lo único de lo que tengo que asegurarme es de terminar el día con suficiente agua y comida para cenar, desayunar, y alcanzar el siguiente almacén.

El lugar donde me encuentro ahora está bastante escondido. Tan solo un cartel con letra pequeña, tanto que tuve que bajar de la bici para acercarme a leerlo, lo anuncia como “Mercadito”. La dueña me regaló agua para el mate, unas tortafritas y un plato con carne de chivito (¡¡¡Deliciosa!!!), también me dejó usar el baño. Si tuviera que buscar un adjetivo para calificar a la gente que me he encontrado en esta provincia es: hospitalaria.

Noche

El resto del viaje, si bien en bajada o planicie, costó porque tenía viento en contra. Tenía que pedalear hasta en las bajadas. Y, cuando no lo tenía en contra, soplaba de costado y me sacaba de la ruta, o desestabilizaba. Fue muy cansador.

Si no hubiera sido por el viento, creo que podría haber hoy llegado a Las Lajas. La ruta no era complicada.

Lo anterior pretendía ser una foto de “el viento”. Supuse que esos yuyos duros torcidos servirían para mostrar cómo soplaba. Si no lo hacen, la voluntad de frenar sólo para sacarle una foto al viento creo que es prueba de su intensidad.

Lo mejor del día fue el hotel de 1000 estrellas que conseguí al atardecer. Con una vista privilegiada de la puesta del sol, desde una terraza en la montaña. Por la noche se podían apreciar, como un reflejo de las estrellas, miles de lucecitas a lo lejos. Un pueblito, quizá.

Nunca había acampado así, en lo salvaje. Cuando terminé de armar la carpa me senté en la arena para cenar y mirar el cielo mientras oscurecía. Las estrellas iban apareciendo poco a poco, como con timidez. Y la luna, aunque cuarto creciente, iluminaba todo el paisaje. Podía distinguir cada cima a lo lejos, cada arbustito en los alrededores.

Notas al margen

  • No debería haber comido el chivito porque tenía que continuar viaje, pero era tan tentador… su digestión me exigió una siesta bajo los arbolitos.
  • Bebida para recuperar fuerzas al final del día: 3 cucharadas de ñaco, jugo de un limón, una cucharada de sal, una de azúcar, 1/2 de bicarbonato de sodio y un litro de agua. Mezclar todo, agitar bien, dejar uno o dos minutos y disfrutar.
mmazzei -